Las técnicas de rejuvenecimiento encuentran en el rostro el mejor lienzo sobre el que trabajar. La mirada, las arrugas faciales, la posición de la boca… Hay muchos elementos en nuestra cara que reflejan signos del paso del tiempo y, en algunas ocasiones, representando un estado físico que no se corresponde a cómo nos sentimos realmente.
En la Clínica Dra. Ana Moreno ofrecemos muchos tratamientos que combaten los signos evidentes del envejecimiento. La combinación de algunos puede ser realmente efectiva.
Una de las combinaciones que mejores resultados puede ofrecerte es la de blefaroplastia con injerto graso facial, perfecta para quitarte hasta 10 años de encima.
Blefaroplastia: Rejuvenece tu mirada
La blefaroplastia es la cirugía estética de los párpados. Se aplica para corregir imperfecciones en esta zona.
Con el paso de los años, los párpados pueden sufrir varias consecuencias. Los superiores pueden estar cada vez más caídos o los inferiores presentan las conocidas bolsas. En ambos casos, el paciente transmite sensación de estar siempre cansado y de acumular más edad de la que realmente tiene.
La blefaroplastia elimina estas imperfecciones y devuelve a la mirada del paciente su frescura natural, consiguiendo con ello también un rostro más juvenil y saludable.
Este tratamiento es uno de los más demandados por los óptimos y naturales resultados que se consiguen con él, además de que es bastante rápido.
Injerto graso facial: Devuelve calidad y juventud a tu piel
Con la blefaroplastia podemos actuar sobre los párpados y, para el resto de la piel en el rostro, podemos aprovechar el injerto graso facial.
Esta técnica consiste en la infiltración de grasa autóloga del paciente como el mejor material de relleno.
Al utilizar grasa del paciente, se elimina cualquier riesgo de incompatibilidad, así nos aseguramos de que los resultados son óptimos y muy naturales.
El injerto graso como tratamiento se llama también lipofilling y puede ser utilizado en distintas partes del cuerpo. De hecho, sus ventajas lo han convertido rápidamente en uno de los tratamientos más demandados en nuestras cirugías de Granada.
En el rostro el injerto graso suele ser aplicado para rellenar los surcos que van apareciendo con el paso de los años. Estos surcos normalmente están presentes en el entrecejo, los pómulos, también en las orejas o incluso de nuevo en la zona de los párpados.
Lo que consigue este tratamiento es devolver a la piel de la cara su tersura original y una elasticidad que probablemente hacía tiempo que no presentaba.
Como ventaja adicional respecto a otras técnicas, la grasa autóloga no se reabsorbe, como sí sucede por ejemplo con el ácido hialurónico. Esto significa que sus resultados pueden perdurar por mucho más tiempo.
Además es un tratamiento que presenta una amplia compatibilidad con otros de medicina estética o de cirugía. Entre ellos está también el de blefaroplastia, por eso nosotros recomendamos el aprovechamiento mutuo de ambas técnicas.
Combinados, el injerto graso y la blefaroplastia, se convierten en la mejor alianza con la que puedes quitarte esos años de encima y rejuvenecer tu rostro.